La falta de deseo sexual refiere al bajo interés por parte de al menos un integrante de la pareja de tener relaciones. También a la incompatibilidad de intereses eventuales; es decir, uno quiere y hasta lo necesita, mientras que el otro no responde a dicha demanda por inconvenientes físicos o psicológicos.
Se trata de un tema que preocupa y cada vez más a los sexólogos y especialistas. Es un problema que no suele trascender de la intimidad de la pareja, sí. Sin embargo, y aunque muchos sientan que son los únicos que lo padecen, es cada vez más frecuente.
Los sexólogos consultados en diferentes países aseguran que reciben cada vez más consultas tanto de hombres como de mujeres que pierden muy a menudo el deseo de tener relaciones con su pareja. Así, es claro que sucede cada vez con mayor frecuencia. Además, afecta entre 22 y 51% a ellas y entre 10 y 15% a ellos.
De este modo, los datos exhiben que las mujeres son las más afectadas por la carencia de apetito sexual. No obstante, si bien los hombres lo padecen menos, también les repercute para llevar adelante sus actividades cotidianas.
En cualquier caso, existen al menos cuatro tipos de falta de deseo para tener sexo:
La escasez del deseo sexual se manifiesta de manera progresiva, aunque llega un momento en el que es muy evidente y no pasa inadvertido en la pareja. ¿Consecuencia? Discusiones, culparse mutuamente y buscar excusas para justificar el hecho de no querer tener relaciones sexuales.
Todo esto es muy habitual debido a la facilidad que posee de ocurrir. Sin embargo, es exactamente lo que no deben hacer. ¿Cuál es la solución? Comunicarse con sinceridad, intentar entenderse mutuamente para llegar a alguna conclusión sana y, por qué no también, consultar con un sexólogo.
Además de todo lo descrito, la característica principal de la escasez de deseo sexual es que no puede evitarse. ¿Por qué? Porque se debe a factores orgánicos o psicológicos. Ambos con sus respectivos efectos resultan ajenos tanto a tu pareja como a ti.
En este contexto, y teniendo en cuenta todo lo que ocasiona, lo mejor es no alterarse y tomar la situación con calma con el fin de poder encontrarle la solución más eficaz. Si hacen esto último, ¡Todo estará mucho mejor!
La falta de deseo sexual es más habitual de lo que algunos creen. Recuerda todo lo que te facilitamos en estas líneas y consúltanos para evitar nuevos problemas con tu pareja y para tomar las decisiones correctas.
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